Mariano Sánchez Sánchez
Resumen
Las siguientes líneas muestran el estudio de la expansión de la Ciudad hacia el poniente, en Cuajimalpa; y en particular se considera el caso del ferrocarril, medio de transporte para el abasto de recursos durante el Porfiriato.
Palabras clave: Proceso de urbanización, transporte (ferrocarril, tranvías) dinámica de crecimiento, caminos rurales y urbanos.
Las formas de abordar el estudio del ferrocarril como medio de transporte de abasto de recursos entre Cuajimalpa y la Ciudad de México durante requiere considerar algunos elementos importantes del siglo XIX antes de la etapa porfirista. Señala Alejandra Moreno que el XIX, se caracteriza por “el desequilibrio del viejo sistema colonial de ciudades” (Moreno; 1972, 160). Dicho desequilibrio se manifiesta en varias dimensiones reflejadas en el territorio, la economía, la política y en lo social.
En lo político, un acontecimiento importante fue la guerra de independencia que provoco la salida de la población española asentada en las principales ciudades coloniales. En el caso de las ciudades del Bajío, o los centros de población cercanos a la Ciudad de México como San Ángel, Tacubaya, se vacían durante la guerra de independencia.
En la esfera económica “los principales caminos como Veracruz y Acapulco fueron cerrados lo que obligo a las autoridades virreinales abrir nuevos puertos, Tampico, Tuxpan, y Alvarado en el Golfo” (Moreno; 1972, 170). De esta manera, se logra observar la ruptura del monopolio que tenía la Ciudad de México, sin embargo, al consumarse la independencia se volvió al antiguo patrón de comercio colonial hasta mediados de siglo. El objetivo esencial de la política económica después de la independencia era lograr la reconstrucción del aparato económico, principalmente de la industria minera y el comercio, que eran fuente tradicional de los ingresos fiscales.
Un elemento importante a considerar son las transformaciones jurídico administrativas que organizaron el territorio de la Ciudad de México durante el siglo XIX. Como se ha señalado líneas atrás la tendencia de crecimiento de la Ciudad se proyectaba hacia el sur-poniente, la cual se explica por la disponibilidad de recursos naturales como el agua.
La Ciudad de México durante el siglo XIX ratifica su posición central cuando fue reconocida como parte del Distrito Federal como capital federal por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 1824. Dos años después, en 1826 mediante otro decreto, se dispuso; “que los pueblos que tuvieran la mayor parte de su población fuera de dicho círculo siguieran perteneciendo al Estado de México” (Portal, Sánchez, 2010, 42).
En este sentido, el territorio del Distrito Federal se conformó por la Ciudad de México y otros cinco municipios: Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco, Mixcoac, y Villa de Guadalupe. A mediados de siglo, en 1854 siendo presidente Antonio López de Santa Anna, se expandió la superficie del Distrito Federal anexando zonas rurales y montañosas del Estado de México y para efectos político administrativos se dividió en ocho prefecturas centrales interiores (ocho cuarteles en los que se dividía la municipalidad de México) y tres exteriores: la del norte, con cabecera en Tlalnepantla, en occidente, con cabecera en Tacubaya y la del sur con cabecera en Tlalpan.
Las transformaciones más significativas que experimentó la Ciudad de México se dieron en el marco de las Leyes de Reforma entre 1859 y 1860 con el entonces presidente Benito Juárez. Con estas leyes se modificó sustancialmente las formas de propiedad y del uso del suelo, pasando de uso agrícola a habitacional o comercial. Es entonces, cuando comienza el fraccionamiento y lotificación de terrenos que permitieron la metamorfosis de la ciudad. De esta manera los cambios en el uso de suelo acompañados de una combinación de sucesos políticos y del crecimiento de la población, potencializó la expansión de la ciudad mediante el fraccionamiento de ranchos y pueblos, por particulares.
Debido a este proceso comenzaron a conformarse a las afueras de la Ciudad nuevas colonias, la mayoría al poniente de la Ciudad como resultado de condiciones propicias para su edificación como ya se había mencionado líneas atrás; la abundancia de agua potable y zonas boscosas. “El 6 de mayo de 1861 el presidente Benito Juárez por decreto modificó y amplió el Distrito Federal, abarcando municipios y territorios que hasta ese momento pertenecían al Estado de México, y el 5 de marzo de 1862 otro decreto dio forma y creo varios municipios que forman actualmente las delegaciones del Distrito Federal. El sistema quedó con 17 municipios, que se repartían en cinco partidos más la municipalidad que abarcaba la Ciudad de México” (Portal, Sánchez, 2010, 43).
De esta manera se tenía:
I. La Municipalidad de México
II. El partido de Guadalupe Hidalgo, con los municipios de Guadalupe Hidalgo y Azcapotzalco;
III. El partido de Xochimilco, con los municipios de Xochimilco, Tláhuac, Tulyehulaco, San Pedro Atocpan, Milpa Alta y Hastahuacán;
IV. El partido de Tlalpan, con los municipios de Tlalpan, San Angel, Coyoacán, Iztapalapa e Iztacalco;
V. El partido de Tacubaya, con los municipios de Tacubaya, Tacuba y Santa Fe.
Es importante señalar que a la municipalidad de Santa Fe pertenecían los pueblos: Santa Fe, Cuajimalpa, Chimalpa, Acopilco, San Mateo, Santa Rosa. Sin embargo, para el año 1861 estos pueblos y las congregaciones de La Venta y el Antiguo Desierto, se dirigieron al gobernador del Distrito Federal pidiéndole su separación de la municipalidad de Santa Fe, y la creación de un nuevo municipio que tuviese por cabecera San Pedro Cuajimalpa ya que todos los pueblos solicitantes se localizaban a corta distancia, mientras Santa Fe les quedaba a casi cuatro leguas, teniendo todos los peticionarios entre sí tenían más de cuatro mil habitantes en tanto Santa fe apenas tenía quinientos.
A partir de entonces, se funda la municipalidad de Cuajimalpa integrado por: San Pedro Cuajimalpa como cabecera, San Pablo Chimalpa y San Lorenzo Acopilco, las haciendas Buenavista y La Venta y las rancherías Tianguillo y Maromas.
Durante el gobierno porfirista se llevaron a cabo acuerdos para definir problemas territoriales con el Estado de México e internamente se organizó en una municipalidad, seis prefecturas (antes partidos) divididas en municipios, en la Carta Corográfica de 1899 la organización del territorio estaba de la siguiente forma:
I. Municipalidad de México
II. Prefectura de Guadalupe Hidalgo. Abarcaba los municipios de de Guadalupe Hidalgo e Iztacalco.
III. Prefectura de Azcapotzalco, abarcaba los municipios de Azcapotzalco y Tacuba
IV. Prefectura de Tacubaya. Abarcaba los municipios de Tacubaya, Mixcoac, Cuajimalpa y Santa Fe.
V. Prefectura de Coyoacán. Abarcaba los municipios de Tlalpan e Iztapalapa
VI. Prefectura de Xochimilco. Abarcaba los municipios de Xochimilco, Milpa Alta, Tlaltenco, Hastahuacán, Tulyehuealco, Ostotepec, Mixquic, Actopan y Tláhuac.
El siguiente cuadro es parte del Censo en 1895 tomado de la Carta Corográfica del Distrito Federal de 1899. Muestra el número de habitantes de las prefecturas.
Como se puede observar la mayor concentración de población se concentraba en el poniente y en el sur; la Prefectura de Tacubaya contaba con 27, 985 la de Coyoacán 23,726 habitantes, mientras la de Guadalupe Hidalgo en el norte con 12, 565.
Figura 1. Censo de 1895
